A través de mediciones de la actividad cerebral los experimentos en neurología han comprobado que nuestro cerebro responde de la misma manera si realizamos la actividad física en la realidad o simplemente si la imaginamos. La actividad de las zonas del cerebro que se activan son idénticas.
Imaginen que desean modelar su cuerpo... y que todos los días quieren salir a trotar, simplemente si "visualizamos la actividad" nuestro cerebro responderá de la misma manera como si nuestro cuerpo estuviera trotando de verdad, las redes neuronales se activan y el proceso bioquímico natural de nuestro cuerpo también.
Según el bioquímico Joe Dispenza fabricamos la realidad en base a nuestras experiencias y las emociones asociadas a ellas.
Nuestro cerebro se encuentran unas partículas llamadas "péptidos" que son aminoácidos que combinados crean las neurohormonas o neuropéptidos los cuales son las responsables de las emociones que sentimos. Hay neuropéptidps para la rabia, felicidad, tristeza, etc. Cada emoción pertenece a un grupo de secuencias químicas emitidas y recibidas por el cuerpo.
Nuestro cerebro crea estos neuropéptidos y nuestras células son las que se acostumbran a “recibir” cada una de las emociones: ira, angustia, alegría, envidia, generosidad, pesimismo, optimismo… Al acostumbrarse a ellas, se crean hábitos de pensamiento.Según John Hagelin profesor de física en el momento que sentimos una emoción el cuerpo desencadena estas sustancias a la sangre para luego ser interpretada por el cerebro.
A través de los millones de terminaciones sinápticas, nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o sentimos “algo” en repetidas ocasiones.
Así es como una persona asocia una determinada situación con una emoción: una mala experiencia en un ascensor, como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto “ascensor” se asocie al temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro podría relacionar ese pensamiento- objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”.
Nadie ha visto un pensamiento en un laboratorio, pero si hemos estudiado las reacciones químicas y las sinapsis neuronales que generan estos pensamientos en el ser humanoLa Dra. Candance Pert, autora del libro "Las Móleculas de la Emoción", lo explica así:
Cada célula es un pequeño hogar de conciencia. Una entrada de un neuropéptido en una célula equivale a una descarga de bioquímicos que pueden llegar a modificar el núcleo de la célula.
Los poderes y las capacidades mentales han sido cuestionadas, pero en la actualidad a través de la medicina cuántica hemos podido confirmar lo que para muchos a simple vista era una realidad. Nuestra poderosa capacidad de remodelar y afectar nuestra realidad. Cuando creemos que nosotros si somos capaces de realizar nuestros deseos una serie de respuestas químicas y electromagnéticas se emitirán hacia el exterior.
Nuestro mundo o mejor dicho la interpretación de nuestra realidad puede ser remodeladaDefinitivamente está confirmado por los científicos nuestro cerebro no hace diferencias entre lo que ve o lo que imagina, para el cerebro es tan real lo que ve como lo que siente, entonces ¿Cuál es nuestra realidad? o ¿Cuál será la realidad que quieres manifestar? Tus redes neuronales responderán con una gran descarga de bioquímicos que pueden llegar a modificar incluso el núcleo de tus células...