enero 17, 2011

Sensibilidad electromagnética o electrosensibilidad

sensibilidad electromagnetica campos electromagneticos wifi

La electrosensibilidad en un conjunto de síntomas provocados por la exposición a campos electromagnéticos. Ser eléctricamente sensible o hipersensible a los campos electromagnéticos significa poseer un conjunto de síntomas que se activan o se intensifican al encontrarse cerca de aparatos eléctricos especialmente los de tipo inalámbrico, WiFi, transformadores, antenas de telefonía móvil y/u otras fuentes de radiaciones que emiten campos electromagnéticos de alta intensidad como el HAARP a nivel mundial.
Toda enfermedad o síntoma recurrente que sea producida por radiaciones, y que disminuya o desaparezca cuando uno se aleja de la fuente que los genera, puede constituir un caso de hipersensibilidad eléctrica. La depresión y ansiedad son algunos de los efectos del electromagnetismo de gran intensidad.

Síntomas de sensibilidad electromagnética o electrosensibilidad


  • Dolor de cabeza
  • Insomnio
  • Cansancio crónico
  • Irritabilidad
  • Alteraciones en la piel,incluido picor, escozor
  • Infecciones recurrentes
  • Dificultad para concentrarse
  • Pérdida de memoria a corto plazo
  • Tristeza sin motivo aparente
  • Desorientación
  • Congestión nasal
  • Disminución de la libido
  • Trastornos de la glándula tiroides
  • Escozor o irritación en los ojos
  • Acúfenos (sonidos o ruidos como sílbidos o pitidos en los oídos)
  • Ganas de orinar frecuentemente
  • Nerviosismo y ansiedad
  • Caída del cabello y debilidad capilar
  • Manos y pies fríos
  • Rigidez muscular
  • Bruxismo


  • Consejos para personas con sensibilidad electromagnética o electrosensibles


    El método más efectivo e inmediato para mejorar la calidad de vida de los afectados consiste en evitar o reducir al máximo la exposición a todas las fuentes de radiación electromagnética.

    Incluir en la dieta alimentos ricos en calcio y magnesio. Al estar expuestos a intensos campos electromagnéticos nuestro cuerpo pierde gran cantidad de calcio y magnesio, iones esenciales del metabolismo. También se pueden complementar con suplementos alimenticios que incluyan Calcio y Magnesio. Los pueden encontrar en farmacias y tiendas de homeopatia.

    Los alimentos ricos en melatonina y en triptófano (aminoácido precursor de la melatonina), pueden ayudar a las personas sanas a prevenir los efectos nocivos de las radiofrecuencias y a los afectados de electro sensibilidad a recuperar en parte el equilibrio perdido.

    De igual manera, los alimentos ricos en acidos grasos omega-3 y en compuestos azufrados como el ajo, cebolla, pueden mejorarnos la circulación sanguinea y ayudar a disminuir los dolores de cabeza, problemas de hipertensión y/o pequeñas arritmias asociadas.

    Hay que asegurarse de que no existen carencias nutricionales en la dieta. Para ello conviene suplementarla con uno o varios alimentos que sean ricos en el complejo de las vitaminas B (mejoran la memoria, concentración y agilidad mental). Es el caso del germen de trigo, levadura de cerveza, bayas de Goji, semillas de Chia (las semillas idealmente germinadas para evitar problemas  de salud y digestión por la presencia de lectinas).

    Los metales pesados (mercurio, plomo, cadmio...) que se pueden acumular a lo largo de los años en nuestro cuerpo y que suelen proceder de alimentos contaminados, de amalgamas que tengamos en la boca, de tuberías antiguas que transporten el agua que bebemos a diario, etc. Estas pueden agravar e intensificar la sensibilidad a las radiaciones electromagnéticas si no se eliminan a tiempo (los metales son muy buenos conductores de la electricidad). Para limpiar nuestro organismo de estos productos tóxicos va muy bien el alga chlorella, así como el ajo y el cilantro.

    La desintoxicación del organismo debe acompañarse de varias limpiezas consecutivas de cálculos en la vesícula biliar y el hígado. Para ello puede probar el método descrito por Andreas Moritz en su libro Limpieza hepática y de la vesícula.

    Cambiar dentro de lo posible las fuentes de radiación del entorno doméstico: teléfono inalámbrico, especialmente en los dormitorios.

    Limitar el uso del teléfono móvil. Tener el terminal lo más alejado posible de la cabeza y del cuerpo utilizando para ello "manos libres".

    Sustituir las redes WiFi por cables (ethernet).

    Cambiar los antiguos monitores para ordenador de tubo de rayos catodicos por pantallas planas para disminuir en al menos 20 veces su campo magnético.

    Los flexos con lámpara halógena usados para lectura suelen llevar adosados a su base un transformador que emite campos magnéticos muy intensos. Es mejor sustituirlos por lámparas con bombilla incandescente.

    Ventilar el interior de las viviendas al menos 15 minutos cada día y/o instalar aparatos generadores de iones negativos para mejorar la calidad del aire y reducir la carga electroestática.

    Cambiar la ropa sintética (favorece la electricidad estática) por tejidos de origen natural.

    Aumentar la ingesta de productos naturales frescos (frutas, verduras, etc.) preferentemente de cultivo biológico, y tratar de evitar las frituras, los productos industriales, refinados y/o adulterados, especialmente el azúcar y el café.

    Caminar descalzo (o con suelas de cuero) sobre césped, arena o baldosa, para descargarse de la electricidad estática acumulada.

    Ducharse por lo menos una vez al día, especialmente antes de ir a dormir.


    Médicos impulsan medidas preventivas a nivel mundial para las personas sensibles a los campos electromagnéticos

    Suecia fue el primer país que aceptó la electrosensibilidad como causa de baja laboral (incapacidad permanente), la cifra de afectados se eleva a 250.000; en Alemania, cientos de médicos han firmado la declaración en favor de medidas preventivas, y Gran Bretaña reconoció a finales de 2005 los casos de numerosas personas con síntomas potencialmente atribuibles a ciertas dosis de radiación electromagnética.(1)


    Dormir con el celular cerca de la cama altera el reloj biológico

    La mayoría de las personas tienen la costumbre de dormir con el teléfono móvil o celular cerca e incluso encendido bajo la almohada. Lo que no sabían es que esta costumbre causa diversos problemas. No se trata sólo de esa sospecha de que las ondas electromagnéticas pueden causar tumores cerebrales a largo plazo, sino efectos neurológicos más inmediatos que ya han sido probados, entre ellos dolores de cabeza constante y bajo rendimiento. Los más peligrosos son los teléfonos inteligentes pues su actividad no cesa en ningún momento y constantemente emite ondas y luces.

    El problema se ha intensificado debido a que los teléfonos celulares inteligentes no entran en reposo, a menos que se apaguen. Permanecen activos recibiendo información constante como correos electrónicos, chats y mensajes de texto. Y en las noches, si está en la cama, todo esto ocurre a pocos centímetros del cerebro de quien duerme.
    La actividad del teléfono móvil, incluso si se encuentra a 20 centímetros del tejido neuronal, es decir de la cabeza, puede causar aumento del consumo de glucosa y modificación en la producción de neurotransmisores, lo que a su vez provoca dolores de cabeza persistentes, merma del rendimiento académico y síndrome de fatiga crónica, expresa el médico especialista Manuel Lorenzo Fernández.
    Los más expuestos a los daños generados por la fuerte emisión de ondas son los adolescentes, quienes no se despegan del celular, ni siquiera durmiendo.

    Con el celular al lado, también se duerme peor. "Mantener el teléfono celular en la cama es dos veces negativo", refiere Claudio Cárdenas, médico neurólogo de Servicios K26. Explica que el uso del móvil, inclusive la computadora pórtatil encendida en la cama altera el reloj biológico que todo ser humano posee y repercute en los patrones de comportamiento, entre los que se incluye el sueño y el buen dormir.

    A pesar de esto, el sueño realmente se altera debido a las luces que permanentemente emite el celular. Ese titilar rojizo que ocurre cuando se recibe un mensaje, la iluminación de la pantalla al recibir cualquier interacción, o el reflejo verde que indica baja batería, desordena el reloj biológico interno. "Este se regula según la luz del día o de la noche, pero el hipotálamo, responsable de este reloj, no distingue si ese impulso luminoso que recibe proviene del sol o de un aparato artificial", explica Cárdenas.

    Esas luces, y los sonidos si no se ha silenciado el dispositivo, también provocan microdespertares, impidiendo alcanzar la fase de sueño REM, que es la más profunda, y que sólo se logra con 60 minutos de sueño estable. "Es en esta fase cuando el cerebro revisa la información recibida durante el día y consolida lo importante y es cuando el estudiante solidifica lo que aprende", agrega.

    Desde 2006, la Organización Mundial de la Salud ha desarrollado campañas de precaución sobre el uso excesivo de los teléfonos celulares, pues estudios han sugerido que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia modulada emitidos por estos aparatos podrían alterar áreas específicas del cerebro, incluso si su uso apenas se limita a 50 minutos diarios.

    En conclusión, enfatiza el Dr.Manuel Lorenzo Fernández, dormir con el celular encendido bajo la almohada es una pésima idea.(2)
    Fuentes:
    (1) Electrosensibilidad,"La Eco" n. 51, Julio, 2008. Environmental pollution, Freiburguer Appeal (2002).
    (2) Publicado en seguridad-wireless.blogspot.com. Giuliana Chiappe, El Universal.