septiembre 11, 2009

Accidentes casualidad o destino

accidente casualidad destino

El significado de los accidentes. ¿Accidentes casualidad o destino? ¿Te preguntarás porqué has vivido este accidente? Te preguntas si fue por casualidad o fue parte de tu destino. Si este accidente tendrá un significado de algo que no puedes ver.

¿Es algún tipo de Karma? Te ha dolido y es probable que te hayas herido, o es posible que afortunadamente saliste ileso, pero para todos un accidente es un llamado de atención, inconscientemente nos surgen preguntas.

No hay causa sin efecto. "Un accidente es sin duda una llamada de atención a nuestra vida".
Un accidente es un llamado ¡urgente de atención! a algún aspecto de nuestra vida, a nuestro cuerpo, a nuestra salud, que hemos desatendido o que simplemente resistimos fuertemente. Es una alerta de la vida para que tomemos acción. Es un llamado a ser responsables de nuestra vida.

Todos estos hechos tienen una razón de ser para entender conscientemente que es hora de realizar algunos cambios que resistimos realizar. Cuando entendemos las causas y razones que estamos evitando, estos errores o accidentes nos sirven para aprender de nuestras experiencias y para tomar conciencia. Nada es casualidad. Todo aquello nos sirve para romper nuestros viejos esquemas y patrones energéticos.

Puede ser para tomar conciencia que tal vez estamos actuando en forma errónea en algún aspecto, con alguna persona o circunstancia. Los mensajes siempre se manifiestan con anticipación de una manera simple y directa a veces puede ser a través de un libro, el encuentro con una persona, una opinión, un tropiezo, una discusión, etc.

Pero a través de un accidente es porque los anteriores avisos simplemente no le hemos puesto atención o porque no hemos querido reaccionar.

Nuestras actitudes o sentimientos negativos, tristezas, formas de pensamientos negativos no corresponden a la naturaleza esencial de nuestro ser, que es abundancia, bienestar o felicidad.

Las emociones son la guía natural para saber si vamos por el buen camino, aquel que nos produce la sensación de plenitud y equilibrio con nosotros mismos y que permite la armonía que nuestro entorno.

Muchos de nosotros hemos perdido esta comprensión tan simple y por eso peleamos y renegamos nuestros sentimientos. Nos sentimos víctimas y abandonados. No ganamos nada con resistir lo que sentimos.

Al contrario cuando algo nos duele es porque nuestro ser nos está ¡gritando! Para que le pongamos atención. Hay un mensaje para nosotros y no queremos oírlo, ahí nace el dolor en todas sus manifestaciones.

Cuando aceptes que tu eres el responsable de tu experiencia de vida, actuarás con conciencia, te sentirás integrado, sentirás unidad interna. La naturaleza es sabia y tu ser también.
Sólo tu mismo eres el único que puede realizar los cambios, sólo tu mismo sabes lo que deseas y anhelas. Los accidentes de la vida no son casualidad.
La vida la creas tu mismo a cada momento con cada palabra, pensamiento, con cada deseo.
Un accidente puede decirte que estas corriendo demasiado rápido, puede mostrarte que estás pasando llevar a otros, que no respetas la vida de los demás y su libre albedrío o tal vez que no estás viviendo la vida que quieres de verdad. Que te has rendido, que no quieres vivir porque sientes que nada tiene sentido.

Toda persona que participa en el accidente directa o indirectamente se ve afectada, y el mensaje es para cada uno de manera proporcional a su sentir, sus lesiones, su dolor y su nivel de conciencia presente. Todos ganan y pueden aprender una lección.

Cuando estamos dispuesto a aceptar que a veces nos equivocamos, que hay circunstancias donde sentimos miedo, cuando aceptamos que a veces es necesario realizar cambios, que nuestros actos y decisiones también afectan a los demás porque estamos unidos y conectados.

Cuando entendemos que no estamos solos y que nuestra vida es la manifestación armoniosa de mi propósito con la naturaleza y todo el Universo.

Ábrete a la posibilidad de fluir, liberarte, no resistas y escúchate. Observa, no tengas miedo, en cada momento, en cada segundo toda la vida te habla solamente a ti. La vida se trata de ti.

Cuando te sientes bien, ese sentimiento lo transmites a otros y puedes crear una onda expansiva de bienestar para todo el Mundo.

Pon atención a cada momento, te invito a estar presente en el aquí y ahora, en este momento es imprescindible que te detengas y conectes tu intuición, con tu sabiduria interior.