septiembre 19, 2009

Las Emociones según la Medicina China (MTC)

Las  Emociones básicas según la Medicina China están asociadas a cada uno de los órganos principales de nuestro cuerpo. ¿Sabías que puedes activar emociones presionando algunos puntos del cuerpo? Sabías que el desequilibrio de las emociones y un sistema nervioso alterado también provoca confusión, letargo, tristeza, depresión, incluso rabia e ira. Esto y mucho más nos enseñan las Terapia de Medicina China.


La Medicina Tradicional China (MTC) es una terapia holística tiene en consideración al ser humano como un todo, elcuerpo físico y las emociones, no sólo las deficiencias de los órganos también lo que sucede en el organismo, tanto en sus influencias internas como externas.
Las principales herramientas terapéuticas utilizadas en la MTC son: Acupuntura, Fitoterapia (hierbas medicinales), Reflexología (Digitopuntura podal) y Masaje chino (Tuina).

Sus pilares se fundamentan en la teoría de la energía yin y yang y los cinco elementos. Su premisa básica en que toda forma de vida del Universo es animada gracias a una energía denominada Qi. Sustancia fundamental de todo ser vivo y del cosmos.

La Medicina Tradicional China (MTC) además de definir las funciones propias de los órganos del cuerpo, también establece las relaciones de las emociones con cada uno de ellos y su fluir natural a través de los meridianos o canales energéticos y explica como la falta de equilibrio entre ellas, se expresa como enfermedades. Una manera maravillosa de entender como la energía de las emociones se complementan y transitan por nuestro cuerpo.

Para su rápida comprensión detallaremos los aspectos más comunes asociados a los principales órganos según la MTC

Funciones del corazón

Controla la afluencia de sangre y los vasos sanguíneos.
Su esencia se refleja en la cara. Si la cara es sonrosada y húmeda nos indica que hay suficiente cantidad de energía y sangre en el corazón.
Se refleja en la lengua.
Una lengua pálida indica insuficiencia de sangre del corazón.
Una lengua oscura y gris o con puntos rojos: estancamiento de la sangre del corazón.
Una lengua roja y con úlceras: hiperactividad o exceso de fuego del corazón.
Una lengua blanca y habla con dificultad: la energía del corazón es débil e insuficiente.

El corazón controla la mente, el espíritu, el pensamiento. Cuando aparece insomnio, mala memoria, delirio, confusión es que hay una alteración de la energía del corazón.

El corazón controla el habla. Cuando se está muy alegre se habla muy deprisa, si hay demasiada alegría incluso se traba la lengua.

Funciones del pulmón

Controla y distribuye la energía.
Controla la piel y los poros.
Se refleja en la nariz.
Si la energía del pulmón no es suficiente, la piel es seca.
Cuando el pulmón es atacado por el frío, se produce obstrucción nasal y pérdida de olfato.
Psiquismo. La energía propia del pulmón es la serenidad, la quietud, la interiorización, mirar dentro de nosotros.

Cuando la energía del pulmón se ve afectada aparece la tristeza y la depresión.

Cuando una persona presenta ronquera, mal olfato, eczema, tristeza, exceso de vello, sinusitis, etc, indica que la función del pulmón está afectada.

Funciones del hígado

Almacenar y conservar la sangre. Regula la cantidad de sangre puesta a disposición de las distintas actividades del organismo. El hígado es el estratega que planea el conjunto de actividades del organismo.

Cuando la actividad muscular es intensa, el hígado cede parte de la sangre almacenada a los músculos. Si no cumple esta función aparecen calambres musculares, cansancio, menstruaciones cortas o ausencia de ellas.

Controla músculos y tendones. Si el hígado está alterado aparecen temblores, contracturas o calambres, tics, dolores articulares y musculares, etc.
Controla la visión y los movimientos oculares.

Si el hígado se debilita, la nutrición de los ojos será débil y aparecerá: ojos secos, visión borrosa, miopía, hipermetropía, etc.
Su energía se manifiesta en las uñas.

Cuando el hígado está débil, las uñas son delgadas, frágiles, secas, deformadas y se astillan.

A nivel psíquico rige: la memoria inconsciente, la imaginación (el hígado es el Gran estratega), la iniciativa, ambición, deseo. Cuando su energía es excesiva aparece la ira.
Cuando está debilitado aparece falta de imaginación, falta de coordinación de las ideas, poca iniciativa y estados de ansiedad.

Está emparejado con la vesícula biliar, a quien corresponde el poder de decisión; es decir, el hígado crea el plan o estrategia y la decisión final corresponde a la vesícula.
Ambos mantienen relaciones tan estrechas que sus patologías se enlazan o a menudo se presentan contiguas obstaculizando a veces la claridad diagnostica.


Funciones del bazo

Es el distribuidor de la sangre en todo el organismo. Si el bazo está afectado no puede poner en circulación los humores (sangre, linfa) y los miembros son privados de la energía de los alimentos.
Cuando está débil hay diarrea, la cara es amarilla, los labios pálidos y las extremidades están frías y sin fuerza.

Función de ascender. Después de comer, la energía de los alimentos sube desde el estómago al pulmón y corazón a través del bazo.

En cambio, la función del estómago es descender. Si se altera esta función aparecen vómitos, náuseas y eructos, por el ascenso de la energía del estómago; y diarreas, hinchazón abdominal y ruidos intestinales por el descenso de la energía del bazo.

Se manifiesta en la boca y en las mejillas.
Los labios rojos y brillantes indican que hay suficiente sangre y energía en el bazo.
Si el bazo es deficiente, los labios son pálidos y hay falta de apetito.
Controla la sangre. Si la función del bazo es anormal habrá hemorragias, reglas abundantes o irregulares.

A nivel del psiquismo tiene que ver con pensar y recordar. Si una persona piensa o se preocupa demasiado puede tener problemas digestivos.

Funciones del riñón

Conservar la esencia vital. Toda la energía llega al riñón, que se encarga de almacenarla o distribuirla según las necesidades. Relacionado con la reproducción, crecimiento y desarrollo. Si su energía disminuye se produce envejecimiento prematuro, esterilidad y crecimiento lento.

A nivel psíquico está relacionado con la responsabilidad, determinación y fuerza de voluntad. Si su energía es débil habrá una voluntad débil.

Así mismo, el exceso de responsabilidad, perfeccionismo, exceso de trabajo físico o psíquico, excesos sexuales o cualquier otro tipo de exceso contribuyen a disminuir la energía del riñón y, por tanto, nuestra vitalidad.

La emoción relacionada con el riñón es el miedo. 

Un miedo prolongado puede acabar dañando la energía del riñón y apareciendo patología en las áreas que rige.

Al contrario, una deficiencia física del riñón puede dar lugar a estados de pánico y miedo.

Genera las médulas y el cerebro, tanto la médula ósea, que origina los huesos y la sangre, como la médula espinal y el cerebro; es por tanto, quien crea el sistema nervioso.

Es también el origen de todas las glándulas endocrinas productoras de las hormonas, como insulina, tiroxina, hormonas sexuales, etc.

También es responsable de la hipófisis, hipotálamo y glándulas suprarrenales.
Controla el agua del organismo: regulación de líquidos, control de orina, control de los iones de la sangre.

Proyecciones en el organismo: oído, huesos, cabello.
Cuando hay deficiencia de los riñones existirá fragilidad ósea, artrosis, disminución de la audición, sordera, caída de pelo, calvicie, caída de dientes, etc.



El Diagnóstico en Medicina Tradicional China (MTC)

El diagnóstico en este tipo de terapia es complejo y es uno de los más completos, ya que en él intervienen la observación  y evaluación de todos los sentidos del paciente. Se estudiará el color de la cara, la lengua (lugar donde se proyecta la energía de todos los órganos). Se estudiará la historia personal, su tono de voz, su actitud corporal, su fisiognomía, el gusto o rechazo por un determinado olor, color o sabor.

Comienzan por tomar los pulsos y van organizando internamente el diagnóstico.

Toman 12 pulsos, 6 en cada lado de la muñeca en cada mano evaluando los 3 pulsos mas profundos correspondientes a los órganos nocturnos, los 3 superiores relacionados con los órganos de mayor trabajo diurno.

Tratamientos
En el tratamiento se utilizan diversas técnicas corporales que apuntan a reorganizar, equilibrar y armonizar las energías.

Dependiendo del órgano base afectado se indicará:

El uso de la dietética específica para que el balance alimenticio que forma parte de la indicación terapéutica, “limpie” el organismo, barriendo las toxinas para lograr una depuración para el libre circular de la energía, pero y además se sugiere organizar las ingesta generales y futuras de forma sana y natural y como modo de vida.

Enfermedades, síntomas y lesiones internas debido a factores emocionales

En la Medicina Tradcional China (MTC) se reconocen siete factores emocionales o siete emociones básicas. Estos son: alegría excesiva, ira, tristeza, ansiedad, pena, miedo y espanto. En condiciones normales, las emociones son reacciones normales a los estímulos externos y no causan enfermedades.

Sin embargo, si la frustración emocional es muy abrupta, intensa, o persistente, rompiendo así la resistencia normal del individuo, entonces se pueden producir trastornos funcionales de los órganos Zang-Fu al verse alterarado el equilibrio armonioso del Qi y la sangre.

En dicho caso, las emociones se convierten en factores patógenos causantes de enfermedades y lesiones orgánicas. En cuanto a su patogénesis, los factores emocionales se originan en el interior del cuerpo y afectan directamente a los órganos internos correspondientes.

En cuanto a su fisiología, las actividades emocionales están estrechamente relacionadas con la manera en que funcionan los órganos internos, el Qi y la sangre. Las actividades de los órganos internos dependen de las funciones de calentamiento y movimiento del Qi y de la alimentación proporcionada por la sangre.

El Qi esencia de los cinco órganos Zang constituye la base material de las emociones. Al mismo tiempo, los trastornos emocionales tienen una influencia real sobre las actividades de los órganos Zang-Fu. Por ejemplo, unas buenas condiciones de trabajo hacen que la persona esté alegre y consecuente mente que haya armonía del Qi y de la sangre y, por consiguiente, no se enferman. Por otro lado, un ambiente de trabajo desfavorables puede causar frustración mental, lo que provoca enfermedad.

Desde el punto de vista patológico, las frustraciones emocionales severas indudablemente afectan a los órganos internos, creando trastornos en sus funciones y conduciendo a la enfermedad:

La ira provoca un flujo adverso del Qi de hígado, lo cual lleva la sangre hacia arriba. En dichos casos, pueden ocurrir disnea, enrojecimiento de la cara, ojos rojos, hematemesis o, en los casos más severos, desmayos.

Los estados de alegría excesiva provocan la dispersión del Qi de corazón. En condiciones normales, la alegría estimula la armonía del Qi y de la sangre y provoca relajación, pero la alegría excesiva, sin embargo, afecta negativamente al corazón, provocando la dispersión del Qi. Esto puede causar distracción mental u otros trastornos mentales más graves.

La tristeza puede conducir a la melancolía, lo que hace que el Qi se estanque. El resultado es la hipo-función del pulmón, la cual se manifiesta en un bajo estado de ánimo, dificultad para respirar y cansancio.

El miedo causa daños en el riñón, revirtiendo el flujo normal ascendente del Qi de riñón. Los síntomas resultantes incluyen la inhibición de la peristalsis intestinal y de la micción, dolor en la región lumbar, debilidad de las extremidades inferiores y emisiones nocturnas.

El miedo provoca una disfunción general del Qi. Se dice entonces, en la MTC, que el Qi del corazón “vaga sin rumbo, adhiriéndose a nada.”

Las manifestaciones clínicas incluyen una tendencia a sentir pánico, miedo e inquietud mental con suma facilidad. La ansiedad hace que el Qi de bazo se estanque, lo que causa fallos en las funciones del bazo de transporte de nutrientes y agua por todo el cuerpo.

Estos estados de ansiedad prolongada que provocan el estancamiento del Qi del bazo provocan una reducción en la producción del Qi y sangre, lo que resulta en una deficiencia de la sangre del corazón, manifestándose en forma de palpitaciones, amnesia, insomnio y/o sueño perturbado.

Una función débil del bazo, además, puede afectar al estómago, manifestándose en forma de falta de apetito, distensión abdominal, diarrea y heces blandas.

Nuevamente, lo que hay que subrayar aquí es que el cuerpo humano es un todo orgánico indivisible y el corazón es el órgano soberano de todos los órganos internos. “El corazón juega un “papel soberano entre los cinco órganos Zang y los seis órganos Fu” y debido a que el corazón es la “residencia del espíritu”, los cambios anormales en las emociones afectan primero al corazón y luego a los demás órganos.

La experiencia clínica demuestra que las alteraciones emocionales pueden dar lugar a trastornos funcionales de los órganos Zang-Fu cuando estas son muy bruscas o intensas. Tanto los factores emocionales como la predisposición constitucional de la persona determinan que órgano en particular se verá perjudicados y que cambios patológicos se manifestarán.

Consecuentemente, las anomalidades en las funciones emocionales pueden causar alteraciones en el Qi y en la sangre de los órganos Zang-Fu, las cuales a su vez, refuerzan y perpetúan dichas emociones.

Las alteraciones emocionales y del sistema nervioso, como por ejemplo las frustraciones, no sólo provocan nuevas dolencias, sino que también causan que las enfermedades crónicas ya existentes se agraven y, además, la excitación emocional intensa puede agravar el estado del paciente.

En un arrebato de ira, la presión arterial de los pacientes hipertensos se puede disparar causando mareos, coma repentino, hemiplejía o la desviación de la boca y los ojos. Además, los pacientes con enfermedades del corazón a menudo sufren ataques cardiacos debido a trastornos emocionales repentinos.

Aunque las emociones alteradas pueden dañar a todos y cada uno de los cinco órganos Zang, estas afectan principalmente al corazón, hígado y bazo.Debido a que el corazón controla la mente, su mal funcionamiento puede provocar palpitaciones, insomnio, sueño perturbado, inquietud mental, risa y/o llanto involuntario, manías, histeria, etc.

Los problemas del hígado a menudo conducen a trastornos como depresión, irritabilidad, dolor en el hipocondrio, suspiros involuntarios, sensación de globo histérico (bulto no existente) en la garganta, menstruación irregular, nódulos en las mamas o dolor y distensión en las mismas.

Estas manifestaciones ocurren debido a que el hígado falla en su función de mantener el libre flujo del Qi.

El bazo controla el transporte y transformación de nutrientes. Por lo tanto, una disfunción del bazo da lugar a síntomas tales como falta de apetito, distensión y dolor en el estómago y diarrea.

Las emociones pueden afectar tanto a las funciones de un sólo órgano como a las de varios órganos de manera simultánea. Por ejemplo, elucubrar excesivamente puede perjudicar tanto al corazón como al bazo y provocar el consumo de la sangre del corazón e inhibir el transporte y la transformación de los alimentos y bebidas. Cuando la ira daña el hígado, el bazo con frecuencia también resulta dañado, dando como resultado una falta de armonía en ambos.

Otros factores que afectan las emociones y al cuerpo

Desórdenes alimenticios

La comida era conocida literalmente como “agua y grano” por los antiguos chinos. Son estos la fuente de las sustancias nutritivas de los cuales se derivan el Qi y la sangre y son indispensables para el mantenimiento de los procesos vitales. Unos hábitos alimentarios irregulares son un factor patogénico importante.

Se debe comer en cantidades adecuadas a intervalos regulares y tanto el exceso como la insuficiencia de alimentos puede causar enfermedades. Una alimentación inadecuada conduce a la malnutrición.

Un suministro inadecuado de materiales apropiados para la producción de Qi y sangre, lo cual resulta en un debilitamiento del funcionamiento de los órganos Zang-Fu y una merma de la resistencia corporal. Esto vuelve al cuerpo susceptible a la invasión de factores patógenos exógenos. Además, la ingesta excesiva de alimentos carga en demasía la capacidad digestiva del estómago y bazo.

La mala digestión provoca distensión y dolor gástrico y abdominal, pérdida del apetito, eructos, regurgitación ácida y heces fétidas. La sobre saciedad suele ser común entre infantes debido a los tiempos de alimentación irregulares y a la mayor debilidad de su sistema digestivo en comparación con el de los adultos.

Los alimentos sin digerir se acumulan y pueden transformarse en calor, mientras que los daños causados por la ingesta de comida fría favorece la acumulación de humedad y producción de flema.

Los alimentos contaminados o en mal estado pueden causar enfermedades gastrointestinales y parasitosis. Las primeras incluyen vómitos, diarrea o disentería, mientras que las segundas incluyen ascariasis, anquilostomiasis, enterobiasis y cestodiasis, pueden causar dolor abdominal, ansia por sustancias no naturales no alimenticias, emaciación y picazón en el ano.

Se debe adoptar una alimentación variada ya que esto garantiza que el cuerpo reciba todos los nutrientes vitales necesarios. Las preferencias y gustos personales a menudo limitan la variedad de alimentos que tomamos, lo que da lugar a estados de desnutrición y desequilibrio del Yin y el Yang en el cuerpo, y enfermedades como el raquitismo, ceguera nocturna, etc.

El consumo excesivo de alimentos crudos o fríos podría provocar daños al estómago y bazo. La humedad-fría endógena puede provocar dolor abdominal y diarrea.

La comida picante y el alcohol en exceso pueden producir flema endógena, lo que en consecuencia provoca estancamiento del Qi y la sangre. Los síntomas asociados en este caso son hemorroides hemorrágicas, úlceras y forúnculos.

El exceso de esfuerzo físico y la falta de ejercicio

El esfuerzo físico normal y el ejercicio son buenos para el Qi del bazo y el estómago, o para promover el flujo del Qi y la sangre y el desarrollo físico. El descanso adecuado puede aliviar la fatiga y recuperar la energía física y mental.

El esfuerzo físico o mental excesivo, o el abuso del sexo, o, por el otro lado, la falta de actividad física o de ejercicio, puede causar enfermedad. El esfuerzo físico excesivo agota el Qi y la sangre y causa debilidad general, enflaquecimiento extremo, sudoración espontánea, etc.

La tensión mental excesiva afecta al corazón y al bazo, lo que resulta en un agotamiento de la sangre del corazón y del Qi del bazo, lo que puede causar palpitaciones, falta de memoria, insomnio, sueño perturbado, falta de apetito, distensión abdominal y diarrea.

La actividad sexual excesiva debilita la esencia y el Qi del riñón. Esto causa endeblez general, dolor y debilidad en la región lumbar y rodillas, mareos, tinnitus, lasitud, disminución de la libido, emisiones nocturnas, eyaculación precoz e impotencia.

El ejercicio físico inadecuado puede resultar en el bloqueo del Qi del bazo y del estómago y la reducción de la producción de Qi y sangre. Las manifestaciones comunes son pérdida de apetito, cansancio y debilidad en las extremidades, apatía, flema y retención de humedad, obesidad, falta de aliento, sudoración espontánea y otros trastornos secundarios.